Cervantista

Portada del libro: "Un lugar de La Mancha para don Quijote: Quero"
Alfonso se interesó por el mundo Cervantino desde su infancia, intentando recuperar el patrimonio de referencia manchego ya en los noventa de la comarca, y publicando su libro: "Un lugar de La Mancha para don Quijote: Quero" en 2004. En 2014 reforzaría sus teorías cervantinas con el libro: “Hidalgos y conversos en La Mancha cervantina (siglos XV-XVI)”, donde analizada cuarenta familias hidalgas quereñas entre las que situaba a los Villaseñor y encontraba la relación con Miguell de Cervantes. 

Era miembro de la Sociedad Cervantina del lugar de don Quijote, en Alcázar de San Juan, desde su creación en 2014.

Sus teorías, siempre documentadas, desde los archivos regionales, destacando el Diocesano de Cuenca, y los nacionales, entre los que sobresale el de Granada, esbozan un Quero en el siglo dieciséis plagado de hidalgos, con los caminos que se acoplan perfectamente a los aportados por Cervantes, singularidades como la carencia de molinos de viento, arroyo en su entrada, humedales y distancias con el lugar de Dulcinea, las ventas, sierras, molinos del Campo de Criptana y accesos al cercano antiguo Campo de Montiel.

En su estudio de la obra también encontró la calle donde pudo vivir el hidalgo de la Triste Figura, la del Salero Real, soportado en el regreso de Quijote (similar a "Querote", despectivo del lugar) en su segunda salida. En cuanto al personaje que pudo inspirar a la gran pluma, pudo tratarse de uno de los Villaseñor, de los que también hablaba en el Pérsiles y Sigismunda, el tal Diego, coetáneo que participara también en la batalla de Lepanto.

Veamos cada una de las hipótesis desarrolladas a partir de las siguientes evidencias:

Evidencias sobre la magistral novela:

Se trata de una gran Novela de nuestra literatura, publicada su primera parte en 1605. Por lo que hubo de ser escrita a fines del XVI, y los hechos sobre los que trabaja ser relativos a historias o andanzas de aproximadamente 1580. No relata hechos reales por tanto, aunque pretende hacerlo creer al lector. Se trata de una novela cubierta por la parodia e ironía. El núcleo u origen está en los primeros ocho capítulos, después la agrandaría y luego completaría una segunda parte animado por la intrusión de Avellaneda con la sombra de Lope. Alfonso permite la tesis de que se creara un pueblo genérico manchego con aportaciones de varios en cuanto a sus personajes y batallas, digamos que la grandeza de la novela lo requería, pero al tiempo no duda en probar que Quero es el reflejo geográfico del lugar de La Mancha.

  • Hipótesis 1: sobre las coincidencias geográficas del lugar de don Quijote con Quero en la obra. Entre otras razones probatorias se encuentran las distancias a los lugares cervantinos del Quijote, como el Quintanar de los Haldudos y Villaseñores, el Toboso de Dulcinea, Tembleque donde va a la siega Sancho, las Ventas de Puerto Lápice, y los molinos que la mayoría de cervantistas sitúan en Campo de Criptana, quedando en el centro de todos ellos el lugar sin nombrar por Cervantes: Quero. Se trata de un pueblo pequeño, definido comúnmente como aldea o lugar, con apenas ochocientos habitantes a fines del XVI. Además de Quero parte un camino hacia el antiguo Campo de Montiel que sitúa en Campo de Criptana, en este sentido existe una dependencia administrativa y santiaguista del Campo de Criptana del siglo XIII al XVI, para lo que se le considera como de dicho territorio, por ejemplo en el siglo XV se da una relación de iglesias reconstruidas de los Campos de Montiel y aparece Santa María de Campo de Criptana.
  • Hipótesis 2: sobre similitudes del lugar con idiosincrasia social de Quero en el Siglo XVI. Cuenta en dicho siglo, con el mayor número de hidalgos (hijosdalgo) en términos relativos de población total, cuarenta familias de doscientas, es decir un 20%. Otros caracteres: Lugar sin molinos de viento, cuenta con seis hidráulicos, un prado concejil (cercano a la posible ubicación de su casa), con charcas, arroyo donde los niños cazan grillos y ermita (Santa Ana), , Sancho dice tener caña de pescar (tiene río –Cigüela- o laguna –Taray- donde usarla), también dice que con ocasión de la siega marcha a Tembleque, debe no ser lejano, habla de un arroyo junto a su aldea –Santa Ana en Quero-, cuenta con picota, concejo y ayuntamiento, desde 1359, manifestado en las Relaciones de Felipe II. También tiene tradición de cofradías y asistencia de predicador cuaresmal.
Detalle de Casa Cultura Alfonso Ruiz Castellanos de Quero

  • Hipótesis 3: sobre la relación del autor con el lugar de Quero, en cuanto a su profesión, familiares y amistades. La condición de Hidalgo. Estudio de apellidos existentes en siglos XVI y XVII, coinciden con los de Miguel en Alcázar, Camuñas, Madridejos, Quero, El Toboso y Villafranca. En 1582-83 el prior parroquial de Quero es Baltasar de Saavedra. Mencionado con ese nombre el cura de “La Galatea” como amigo de Cervantes y quién sabe si familiar. Vivía en Quero María de Cervantes, época y nombre coinciden con su tía paterna. El alcalde Diego López de Villaseñor en 1587-88, casado con Mencía de Cogollos (Mencía de Quiñones, casada con hidalgo muy rico y principal). Por otra parte, en su vida laboral existe un claro conocimiento como recaudador del lugar por su laguna salitrosa, propiedad de la Corona, de la que se extrae para fabricar pólvora en los molinos de Alcázar. En 2014 desarrolla esta hipótesis al analizar las familias hidalgas de la localidad y encontrar entre los Villaseñor a uno de ellos que probablemente marchó a Lepanto por unos diez años y que era coetáneo de Miguel, el tal Juan fue natural de Quero (hijo de Diego y María López de Cervantes) aunque emparentado con los de Miguel Esteban y Quintanar de la Orden, nombrados estos últimos claramente en el Persiles (video explicativo abajo).

  • Hipótesis 4: sobre el lugar y la situación de la vivienda del Querote o Quijano en la Villa de Quero de acuerdo al regreso de la segunda salida. en la sátira cervantina son comunes los usos del lenguaje, quizá en la primera frase el quiero sustituya a Quero, como parónimo, y se de así a la vez secreto y resultado, así lo opinan, además de Alfonso, Jesús Muñoz y Martín de Riquer. En este sentido Alfonso también advierte que guarda singular similitud el despectivo del lugar con el de Quijada, es decir, Querote con Quijote. Respecto a su hogar queda singularmente descrito en el regreso de la segunda salida, siendo sólo posible en la calle que queda a la vista desde la plaza por el camino de Madridejos, la llamada del Salero Real.


Por último, Alfonso recoge un dilatado estudio de las salidas y rutas del Quijote elaboradas en la novela por Cervantes:

Primera salida:
Dirección y en el Campo de Montiel. Saldría hacia Campo de Criptana, oculto por encinar de miradas ajenas, dirección sureste y al darle el calor de frente varió el rumbo hacia el oeste: las Ventas del Puerto Lápice. Tras ser armado caballero encuentra a un vecino de Quintanar, pastor, coherente con la tradición de esos tiempos (término de Herencia o Camuñas). En su regreso se topa en un cruce con mercaderes toledanos que van a Murcia (camino Madridejos-Villafranca-Alcázar). En el cruce encuentra a su vecino Pedro Alonso que venía de moler trigo, le acompaña en su regreso (encontrado por Alfonso en los archivos parroquiales, tuvo una hija en 1569).

Segunda Salida:
Elige la misma ruta de salida que en la primera, es decir, hacia el Campo de Montiel (Campo de Criptana). Fines de julio y el sol en la mañana les hiere de soslayo (costado), al amanecer les da de este en unos setenta grados, (camino de Quero-Criptana-Laminio (Alhambra))-Montiel). La aventura de los molinos se sitúa entonces en Campo de Criptana, también de acuerdo a las Relaciones de Felipe II que destaca como villa con mayor número de molinos de la comarca. Sigue después hacia Puerto Lápice, y Fuente el Fresno, donde sitúa Alfonso el discurso de los cabreros sobre la edad de oro, entre los dos caminos reales a Andalucía, fundamental el de Malagón a Ciudad Real, conocidos de Cervantes. Después la batalla de la ovejas, los batanes (Guadiana en Peralvillo), los galeotes (de Ciudad Real a Sevilla), desviándose del camino real, acabando en Solana del Pino y Sierra Morena. A la vuelta, describe el regreso por todas las cañadas antiguas, contando que su lugar tiene una a Cartagena, para entrar al pueblo por el oeste, antiguo camino Madridejos, por la calle Empedrada y cruzar la Plaza, viéndolo entrar en su casa (Calle Salero Real).
Foto de Jose Roldan: Calle Salero Real de Quero.

Tercera salida:
Toman camino hacia El Toboso, media legua acompañados por el bachiller Sansón Carrasco. Salida de casa por el corral cercano a el camino. La entrada en el pueblo de Dulcinea coincide con la que viene de Quero, por la ermita de San Sebastián. Después camino de Zaragoza, regreso con el caballero del Verde Gabán en aldea cercana al Záncara o al Rus, varían su ruta por las bodas de Camacho y posteriores aventuras en las lagunas de Ruidera en la cueva de Montesinos. Tras otros episodios, que llegan al Ebro, regresan a su aldea, subiendo una cuesta arriba desde la que se descubre Quero (El mirador viniendo de Alcázar).



El regalo de Alfonso a Quero: ser Cervantino.


En la carta dirigida al lector en su primer libro de 2004, Alfonso decía: ‘¡¡ Lector !! disfruta con esta mezcla de personajes cervantinos y quereños de aquellos tiempos, hasta poder sentir la presencia del pueblo de Quero en la imaginada aldea de nuestro caballero, D. Quijote de La Mancha’.


 
Otros autores que dicen que Quero es el lugar:

Presentación sobre Quero como lugar cervantino de Víctor Raúl López Ruiz


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